27 de febrero de 2013
Editorial
Ha costado mucho que las instituciones, locales, autonómicas, estatales y europeas, reconozcan por fin las ventajas del ferrocarril frente a otros modos de transportes: ventajas sociales y medioambientales, de accesibilidad, de seguridad, energéticas, de cohesión territorial y, si realmente se fomentara el ferrocarril, ventajas económicas...
Sin embargo, lejos de fomentar su utilización, las políticas de transportes se dirigen hacia su privatización siguiendo modelos fracasados, y siguen beneficiando a la carretera, al avión y a las grandes constructoras, haciéndonos pagar megaproyectos de alta velocidad que carecen de demanda.
El ferrocarril atraviesa uno de sus momentos más dramáticos, amenazado por la fragmentación y la privatización, por la eliminación de numerosos servicios de viajeros con alto contenido social y por el cierre de líneas en los territorios más desfavorecidos en cuanto a accesibilidad a los servicios básicos.
Ahora, más que nunca, es necesario defender, todos juntos, un ferrocarril que hemos construido entre todos, que debe pertenecer a la sociedad y que debe estar al servicio de nuestros intereses y necesidades. Un ferrocarril público y social.
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#ferrocarrilpublicoysocial
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10/07/2013
La plataforma en defensa de la ciudad mantendrá la recogida de firmas por un ferrocarril público y social hasta finales de mes. Decidieron involucrarse en la campaña de firmas iniciadas por dos usuarias del transporte ferroviario, que vieron cómo los cambios les harían imposible seguir cogiendo el tren para acudir a su trabajo, y la apuesta parece estar dando fruto. En menos de un mes han recogido más de 1.200 apoyos de ciudadanos que han estampado su rúbrica en demanda de un ferrocarril público y social y del mantenimiento de los servicios que unen Miranda con localidades próximas.
Pero los integrantes de las plataformas están convencidos de que para finales de mes, cuando está previsto poner fin a la campaña, tendrán muchas más. De momento, no han computado las rúbricas que se han ido estampando en las hojas dejadas en una veintena de establecimientos de la ciudad y que todavía no se han recogido porque no se han completado.
Además, de aquí a que concluya julio, es decir, durante unas tres semanas, intensificarán la movilización para explicar a la ciudadanía cuál es la situación, qué trenes ya se han perdido y cuántos más están en riesgo. En principio, la primera jornada en la que tienen previsto salir a la calle es la de mañana.
Los colectivos que integran la plataforma Unidos Salvemos Miranda, instalarán una mesa informativa a partir de las 20.00 horas en la calle La Estación, a la altura del parque Antonio Machado. Allí, se recogerán firmas en contra de la supresión de servicios y, al mismo tiempo, se repartirá información denunciando la situación que atraviesa dicho sector.
Y es que tampoco se les olvida que el pasado 27 de junio el consejo de Administración de Renfe Operadora aprobaba la división de esta empresa pública en cuatro sociedades: viajeros, mercancías, mantenimiento y alquiler de material.
Privatizar el sector
Una medida que, en su opinión, «no tiene ninguna lógica desde el punto de vista de la gestión y la eficiencia empresarial». Por tanto, de ahí deducen que «el único fin de este plan es el de acabar privatizando el sector favoreciendo, la posible adquisición de dichas entidades por parte de diferentes socios privados», frente a un ferrocarril público y social por el que las distintas organizaciones siguen apostando.
Demandas a las que suman también las de transparencia e información, porque no les gusta la «opacidad» con la que se está llevando a cabo todo el proceso del denominado por el Gobierno como plan de racionalización. «Ni al personal de Renfe y Adif ni a los usuarios se les están comunicando dichas modificaciones».
De hecho, hace unas semanas viajeros mirandeses se enteraron de que el tren que iban a coger ya no existía cuando llegaron a la estación, tal y como denunciaron los sindicatos. Lamentan que los cambios «se ceben» con los trenes más económicos, como Intercity o Regional Exprés «en favor de una carísima alta velocidad». Ya se han perdido conexiones con Logroño, Vitoria, Pamplona, Valladolid y Burgos.
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